Humidificadores

Durante los primeros años de vida de nuestro bebé, es muy importante que el ambiente que le rodea sea el adecuado. Esto se debe a que en esos momentos aún no tendrá desarrolladas las mismas defensas que las que tiene una persona adulta, y por tanto deberemos intentar exponerle al menor número de agentes perjudiciales que nos sea posible. Aún así, a veces esto no es del todo posible, y por tanto cobrará especialmente importancia el uso de los humidificadores para bebés.

Lo normal es que en nuestra casa el ambiente esté mucho más limpio de gérmenes que no la calle, pero es precisamente por este motivo por el que muchas veces descuidamos más la protección de nuestro bebé. Debemos tener en cuenta que por nuestro estilo de vida, en nuestra casa se crea un microclima que no es que sea precisamente óptimo para un recién nacido. En aquellas épocas del año donde hace más frío, lo más normal es que cerremos todas las ventas y puertas, y ventilemos poco las estancias de nuestra casa, y además hacemos un uso más alto de la calefacción. Y si sumamos todas estas situaciones, lo que conseguimos es que el ambiente pierda humedad y sea demasiado seco.

Pero para combatir esto podemos hacer un uso correcto de los humidificadores para bebés, los cuales nos ayudarán a devolver la cantidad de humedad ideal para nuestra casa, eliminando al mismo tiempo la sequedad del aire que resulta perjudicial para nuestro cuerpo, y sobretodo para el de los bebés. Hacer un buen uso de los humidificadores para bebés en nuestra casa, y más concretamente en la habitación del bebé, hará que el pequeño de la casa disfrute de un mayor confort, lo que se traducirá en una mejora de la respiración y le estaremos evitando al mismo tiempo resfriados. Debemos tener en cuenta que el aparato respiratorio de un bebé es mucho más débil que el de un adulto, y por tanto será también más propenso a sufrir problemas de irritaciones. Esto es así porque la mucosidad de sus vías aéreas es su defensa natural contra los catarros, y si ésta se ve irritada, el niño será automáticamente más propenso a padecer resfriados.

Cuando un bebé padece de un catarro, y por tanto, va acumulando mocos, a veces resultará difícil hacer que la mucosidad circule y además, el resfriado común puede hacer que las mucosas respiratorias del bebé se inflamen, provocando tos. La tos en un bebé puede ayudar, como un mecanismo reflejo defensivo, a expulsar el moco, pero también puede resultar especialmente molesta si es una tos seca y continua.

Conseguir contrarrestar los altos niveles de sequedad de nuestra casa mediante el uso de humidificadores para bebés, también resultará especialmente importante para evitar que el aire seco reseque la piel y los ojos de nuestro bebé. Además de ello, con los humidificadores también conseguiremos regular la percepción de humedad de nuestra casa, para hacer variar la sensación térmica de la misma

Aspectos importantes a tener en cuenta al usar humidificadores para bebés

Existen una serie de consejos que deberemos llevar a cabo para asegurar que hacemos un uso correcto de los humidificadores para bebés. El primero de ellos es asegurarnos de no tenerlo encendido durante todo el día, para no humedecer el ambiente demasiado. Debemos procurar que la temperatura de la habitación del bebé se encuentre entre los 18 y los 22ºC, de modo que esté más caliente durante el día, y que por la noche cuando el niño está abrigado con el pijama, la sábana, la manta o el saco sea más fría. Otro aspecto a tener en cuenta es que el porcentaje de humedad de la habitación del bebé debe estar entre el 30 y el 50%, ya que un porcentaje mayor puede favorecer el desarrollo de hongos, de condensación o de otras molestias indeseadas.