Champú y jabón

Hoy en día es más importante que nunca mantener una correcta higiene personal, y además, mantener un buen aseo personal es sinónimo de buena salud general. Tanto el baño como el resto de cuidados de nuestra higiene personal deben ser parte de nuestra rutina diaria, y en ella hay dos productos que no pueden faltar bajo ningún concepto, el champú y el jabón.

Y es que mantener unos hábitos de limpieza tanto a la hora de lavarse las manos, como los dientes y realizar baños son muy necesarios a la hora de evitar que padezcamos de ciertas enfermedades. Mantener unos hábitos de higiene diaria nos permitirán disfrutar de un buen estado de salud general, y por tanto de una buena calidad de vida, unas costumbres que deberemos también enseñárselas a los más pequeños.

Los champús

El champú es uno de los productos que son imprescindibles para usar diariamente o en una gran cantidad de días a la semana. El objetivo principal del champú es eliminar de forma eficaz cualquier acumulación de suciedad, de residuos, de grasa o de caspa no deseada para conseguir que nuestro cabello esté limpio. Del mismo modo, mediante el uso de los champús podremos estimular el cuero cabelludo a la hora de aplicarlo mediante un masaje.

Además de ello, el champú nos ayudará a preparar a nuestro pelo para el posterior tratamiento o peinado que nos vayamos a realizar. Por ejemplo, si vamos a realizar un tratamiento de tinte, será muy recomendable que antes nos hayamos lavado el pelo con un champú de tipo protector. Este es solo un ejemplo de la importancia de saber usar correctamente el champú adecuado en cada situación, ya que solo así conseguiremos maximizar todos sus beneficios.

El jabón

En los tiempos actuales y para evitar los contagios, lo que más recomiendan los especialistas de la salud es lavarse las manos con frecuencia, y con agua y jabón. Por tanto, la mejor defensa para nuestro cuerpo en la actualidad, es agua y una pastilla de jabón. El jabón está formado por una serie de moléculas que consiguen eliminar la membrana del virus haciendo que se desprende de nuestra piel, y cumple con todos los requisitos para terminar con muchos agentes externos. Dicho esto, no servirá de nada si no lo aplicamos bien, teniendo en cuenta todas las zonas que rodean nuestras manos y nuestros dedos, cubriendo todas las zonas correctamente y enjuagando bien con agua, secando posteriormente a fondo todas las zonas evitando que queden húmedas. Las diferencias entre el champú y el jabón Tanto el jabón como el champú son dos productos para nuestro cuidado personal que más empleamos en todo el mundo. Por un lado, el jabón es un producto en formato de pasta que se obtiene mediante la reacción de sosa o potasa con la grasa de tipo animal o vegetal, una reacción que recibe el nombre de saponificación. Por su parte, el champú ha evolucionado de unas mezclas de hierbas y frutas ricas en saponinas, con una formulación que contiene un alto contenido en aceites emolientes y extractos aromáticos para su correcta aplicación en nuestro cuero cabelludo. Tanto un producto como el otro genera espuma al entrar en contacto con el agua, y ambos eliminan de forma eficaz la suciedad, el exceso de grasa y otras partículas presentes en nuestra piel y en nuestro cabello.