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La importancia de los ácidos grasos en la dieta infantil

La importancia de los ácidos grasos en la dieta infantil

Satisfarma

Licenciado en farmacia y autor del blog

El cerebro es el órgano más rico en grasa de nuestro cuerpo, para ser más precisos, consta de un 60% de grasa, por lo que necesitamos ingerir grasas saludables para alimentarlo y poder aumentar nuestras funciones cerebrales.

La salud humana depende de la presencia de una serie de nutrientes en la dieta, incluidas dos familias de ácidos grasos, los omega – 3 y 6. También son importantes los ácidos grasos esenciales (EFA) precursores de estos dos grupos: Ácido linoleico, de la familia de los omega -6 y ácido alfa –linoleico, de la familia de los omega – 3.

Es preciso recordar que estos grupos esenciales deben ser suministrados a través de la dieta, ya que no pueden ser producidos por nuestro organismo.

Sobre los ácidos grasos omega – 3 y 6

Los ácidos grasos omega -3 y omega-6 juegan un papel crucial en el mantenimiento óptimo de la salud mental y física. A pesar de que los dos ácidos están implicados en funciones diferentes, se deberían tomar siempre juntos por los beneficios de su efecto sinérgico.

El ácido eicosapentaeonoico (EPA) es un ácido graso omega-3 funcional que juega un papel importante en los procesos de comunicación y señalización celular cerebral, donde ayuda en varias funciones del ojo y del cerebro en general. También tiene propiedades antiinflamatorias.

Por su lado, el ácido docosahexaenoico (DHA) es un ácido graso omega-3 estructural que interviene principalmente en la construcción de estructuras celulares. Está presente en altas concentraciones en el ojo y el cerebro. Es crucial durante el embarazo y la infancia, ya que es en este período durante el cual el cerebro crece y se forma más rápidamente.

Finalmente, el ácido gamma-linolénico (GLA) es un ácido graso omega-6 que juega un papel importante en el ámbito antiinflamatorio de muchos procesos fisiológicos.

Los ácidos grasos son importantes en cuanto que sólo pueden ser obtenidos a través de nuestra dieta y en cuanto que suponen alrededor de un 30% del peso seco del cerebro y el ojo. Sin embargo, la dieta occidental no incluye un adecuado consumo de ácidos grasos de cadena larga. Consumimos también excesivos niveles de grasas saturadas y colesterol, con lo que estamos afectando el metabolismo de las grasas ‘’buenas’’.

La evidencia

La investigación está demostrando que determinados ácidos grasos juegan un importante papel en el desarrollo visual y cerebral, en la coordinación, en la capacidad de aprendizaje, en la memoria y en la concentración.

La investigación de los ácidos grasos como uno de los factores clave en el desarrollo neuronal, psiquiátrico y en trastornos del desarrollo, para el buen funcionamiento del cerebro, es un área de investigación que está creciendo. Dicha investigación engloba el aprendizaje y comportamiento de los niños, el desarrollo de enfermedades psiquiátricas en los adultos y los trastornos neurodegenerativos que se sufren al llegar al final de la vida.

La disfunción común en el metabolismo de los ácidos grasos de personas con enfermedades tanto leves como severas, demuestra una relación entre ellas.

En el año 2003 se realizó un innovador estudio, llamado Oxford Durham, para comprobar los efectos de los ácidos grasos en niños con TDAH y trastornos de aprendizaje relacionados. Se trató de un estudio al azar y controlado en el que se estudiaba a 117 niños a los que se les administraba un complejo rico en ácidos grasos o placebo y en el que se encontraron mejoras significativas en su capacidad de lectura, deletreo y comportamiento.

La incorporación de ácidos grasos en la dieta ha demostrado beneficios positivos, no sólo para aquellas personas afectadas con una patología mental, sino también en individuos sanos.

Las evidencias demuestran que los jóvenes que han sido alimentados durante más tiempo con leche materna (una fuente muy rica de ácidos grasos de cadena larga), presentan un desarrollo mental y visual mucho mejor.

Finalmente, y como decíamos, también se ha demostrado una reducción de los síntomas del TDAH cuando se utilizan los ácidos grasos omega-3 y omega-6. Concretamente se han visto mejoras en la atención, comportamiento y concentración.

Vitae Eye q: una formulación única de aceites de alta calidad

Vitae Eye q es una combinación específica de ácidos grasos omega-3 y omega-6, requeridos para el funcionamiento óptimo del cerebro, presentados en forma de aceites naturales de alta calidad.

Está formulado con la combinación de EPA y DHA del más puro aceite de pescado marino y con GLA de aceite de onagra de primera calidad. No contiene caseína, gluten, aspartamo ni químicos.

Por estas razones, Vitae Eye q se ha convertido en un suplemento de referencia para condiciones de aprendizaje y comportamiento, motivo por el cual fue elegido como el tratamiento activo en el estudio Oxford Durham.

Está disponible en diferentes fórmulas para adaptarse a las necesidades y gustos de todos los niños, como cápsulas, cápsulas masticables y solución líquida.

Además, recientemente Laboratorios Vitae ha comercializado el nuevo Vitae Eye Q Act, con una mayor concentración de ácidos grasos omega 3 y 6 por cápsula.

 

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Los complementos alimenticios no deben usarse como sustitutos de una dieta equilibrada y variada, ni de un estilo de vida saludable. No superar la dosis diaria recomendada. Mantener los productos fuera de la vista y alcance de los más pequeños.

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