Suavizantes

Mantener un buen cuidado del cabello y una buena salud capilar resulta imprescindible si queremos lucirlo sano y saludable. Para ello hacer uso de un suavizante para el pelo nos ayudará a la hora de mejorar tanto su aspecto como su tacto. Este tipo de productos ya forman parte en muchos casos del lavado habitual del pelo, convirtiéndose en un básico para todas aquellas personas que deseen cuidar su cabello, por su acción facilitadora del peinado y del desenredado, que a su vez actúa protegiéndolo de los agentes externos que puedan dañarlo, como pueden ser el sol, el viento o la calefacción.

Sin embargo, en muchos otros casos, los suavizantes siguen siendo todo un misterio, con excusas del tipo son demasiado espesos, son demasiado grasos o no tengo tiempo de aplicar un suavizante. Para todas estas personas vamos a ver las bondades de los suavizantes, cómo nos pueden ayudar y cómo elegir el que se adapte mejor a nuestras necesidades. A la hora de elegir el mejor suavizante para nuestro cabello, todo va a depender de nuestro tipo de pelo y de los resultados que queramos obtener. A nuestra disposición existen gran variedad de suavizantes en función del tipo de pelo, encontrando unos que ofrecen un efecto volumen y densificador para cabellos finos, otros fijadores de rizos para cabellos rizados, algunos suavizantes protectores y potenciadores del brillo para el pelo teñido y otros suavizantes con un efecto brillo para aquellos cabellos que muestren un aspecto más apagado. Todo ellos tienen una cosa en común, que los suavizantes tienen el objetivo de hidratar y facilitar el desenredado del pelo, para poder obtener sea cual sea tu tipo de cabello, un aspecto más liso y más suave. Dicho esto, es cierto que para aquellos cabellos especialmente secos, será conveniente utilizar cremas o mascarillas ya que suelen ser más nutritivas que un acondicionador.

A la hora de saber en qué momento debemos utilizar un suavizante para cuidar nuestro pelo, debemos tener en cuenta que hay gran cantidad de agresiones que son permanentes y que debilitan nuestro pelo. Hablamos de factores como el sol, la contaminación, los periodos de estrés, el uso del secador, el uso de los tintes para el pelo… 

Son muchos los condicionantes que hacen que el suavizante sea un gran complemento para nuestro champú de uso habitual. Dicho esto, hay que saber que el uso de los suavizantes dependerá sobretodo del estado de salud de nuestro pelo. Como norma general, deberemos usar los suavizantes unas 2 o 3 veces por semana en una fase inicial, para terminar con el uso del suavizante 1 vez por semana. Su aplicación deberá ser después de usar nuestro champú, para asegurar una correcta, eficaz y rápida acción. Para ello, lo que deberemos hacer en primer lugar es escurrir nuestro pelo, para posteriormente aplicar el suavizante sobre el cabello. Deberemos masajear nuestro pelo de manera delicada con las puntas de nuestros dedos. Si lo hacemos mediante este masaje, conseguiremos un extra de calor que mejorará los beneficios del tratamiento del suavizante. Deberemos dejar actuar el producto durante al menos tres minutos y después aclararemos nuestro cabello con abundante agua, una acción que resultará de gran importancia ya que este tipo de producto tienen la tendencia a volver pesado nuestro cabello. En aquellos casos en los que disfrutemos de un pelo largo, deberemos aplicar el suavizante desde las puntas, hasta la mitad de nuestra melena, dejando un espacio de unos tres o cuatro dedos de nuestras raíces. Si por el contrario llevamos el pelo corto, nos bastará con una aplicación en las puntas para que el efecto del suavizante sea suficiente.