Existen muchos tipos de baberos diferentes, que se adaptarán a cada una de las diferentes necesidades y a los diferentes grados de autonomía que vaya adquiriendo nuestro bebé. En este sentido los encontraremos más sencillos y pequeños para los primeros meses de vida, y posteriormente los necesitaremos más grandes para los siguientes meses.
La elección del babero adecuado
Podría parecer una decisión bastante sencilla, pero como hemos comentado, podemos encontrarnos con una gran cantidad de tipos diferentes de baberos lo que hará que nuestra elección se complique. Desde ya queremos dejar claro que no existe el babero perfecto para todas las situaciones, ya que cada uno de ellos tendrá unas características diferentes del resto, y hará que sea mejor o peor en función del crecimiento de nuestro bebé, de sus necesidades o de nuestros gustos.
Será importante saber cuáles son las necesidades de nuestro bebé, ya que no será lo mismo buscar un babero para un recién nacido, en cuyo caso deberá ser más bien fino para poder limpiarle la saliva, que un babero para el momento de darle la comida, que deberá ser más grueso para evitar las manchas en la ropa.
Algunos aspectos que deberemos tener en cuenta, es que se adapten al bebé según la forma, el tamaño, el cierre y su crecimiento. En este sentido algunos de los detalles en los que deberemos centrar nuestra atención son:
- La talla, ya que muchos baberos cuentan con unas tallas más adecuadas para bebés más pequeños o más grandes.
- El cierre, que dependerá en gran medida de la edad del bebé, pero en general lo que deberemos buscar es que se encuentre cómodo, y que sean fáciles de poner y de quitar.