Papillas

Por todos es conocido que la leche debe ser el primer y el único alimento durante los primeros 4 o 6 meses de edad del bebé, siendo preferiblemente la leche materna, ya que su composición se adapta perfectamente a las diferentes necesidades del recién nacido. Dicho esto, existen en el mercado gran variedad de leches para nuestro bebé que se adaptarán perfectamente a sus necesidades en aquellos casos en los que la leche materna no sea posible. Pero a partir de esta primera etapa, las necesidades nutricionales del bebé van cambiando y aumentando, será entonces el momento de empezar con la introducción de las primeras papillas.

El inicio de la alimentación complementario del bebé, con la introducción de las primeras papillas ya sean de cereales o de frutas, será un paso muy importante e cara a la correcta alimentación del pequeño. Para este proceso, podemos fijarnos en diferentes señales que nos harán saber que ya está preparado para empezar con la alimentación complementaria. Estas señales son la pérdida del reflejo de extrusión, es decir, ya no sacará la lengua para expulsar el alimento, el bebé podrá permanecer sentado y empezará a mostrar deseos de comer abriendo y cerrando la boca.

Para empezar con la alimentación complementaria mediante las papillas, encontramos grandes alternativas a las papillas caseras que son todas aquellas que encontramos en el mercado ya preparadas. Si optamos por ellas, deberemos asegurarnos de que las que usemos no contengan azúcar, ni edulcorantes o preservantes. También deberemos tener en cuenta a la hora de elegir las papillas, que su contenido sea bajo en sodio y en cambio que tenga un alto contenido calórico. Debemos tener en cuenta que todas las papillas están pensada y diseñadas para aportar todas las vitaminas y los nutrientes en las cantidades adecuadas para que resulten de fácil absorción para el bebé.

El primer tipo de papilla que encontramos en el mercado son las papillas de cereales, las cuales nos ayudarán a que el bebé empiece a acostumbrarse a los alimentos sólidos, y al mismo tiempo le estarán aportando una gran cantidad de energía. Este tipo de papillas les aportará un alto contenido en hidratos de carbono de absorción lenta, por tanto, podremos espaciar un poco más las tomas ya que tienen un alto poder saciante. Además de cereales, estas papillas están complementadas con minerales, sobretodo calcio, fósforo y hierro. Es el hierro el elemento que resultará esencial para la correcta formación de glóbulos rojos y también para que el oxigeno consiga circular de forma correcta por todo el cuerpo. Del mismo modo, los cereales aportarán al bebé muchas vitaminas beneficiosas como la vitamina B12, la B2, la B1, la E o el ácido fólico y también fibra.

En segundo lugar debemos destacar las papilas sin gluten, que son precisamente las que deben ser las primeras, ya que las que lleven gluten no deberían introducirse en la dieta del bebé antes de los ocho o de los nueve meses de edad. Si seguimos esta medida de precaución, lo que estaremos haciendo es aportar al bebé una mayor maduración de su aparato digestivo y al mismo tiempo, nos estaremos evitando complicaciones. Las papillas sin gluten son aquellas que están elaboradas únicamente con los dos cereales que no contienen esa proteína, y que no son otros que el arroz y el maíz, pero que sí que tienen un gran valor nutritivo. Estas papillas, igual que las anteriores, están complementadas mediante vitaminas y minerales, por tanto no hará falta prescindir de ellas de forma rápida, y se recomienda la introducción del gluten de forma gradual mientras el bebé esté todavía con la lactancia materna.

Por último destacaremos las papilas de frutas, que suponen un importante aporte de fibra, que favorecerá al correcto tránsito intestinal del bebé, además de aportarles también calorías y azúcares. Del mismo modo tienen un alto contenido en vitaminas, sobretodo de vitamina C y de antioxidantes. Las frutas también ayudarán al organismo a regular su ritmo y a regular la consistencia de las deposiciones. Las mejores frutas y las más recomendables en las primeras papillas, son la manzana, la pera, el plátano y el zumo de naranja.