Uno de los elementos que no puede faltar en la vajilla de nuestro bebé serán los platos. Se trata de un elemento fundamental, y los podemos encontrar de todas las formas, materiales y tamaños. Lo mejor será que contemos con al menos un plato y un cuenco, uno para las comidas más sólidas y otro para los líquidos o para los purés. Son muy interesantes los platos que cuentan con varios compartimentos, ya que de este modo podremos colocar los alimentos por separado. Los podemos encontrar de diferentes materiales, siendo los más comunes los de plástico, los de bambú y los de silicona. Éstos últimos, los de silicona, son muy interesantes al ser irrompibles, indeformables y muy higiénicos.
Otro de los elementos imprescindibles son los vasos y las tazas y si son antiderrame o conocidas también con el nombre de aprendizaje, mejor. Una de las opciones que podemos encontrar son los vasos tradicionales con asas, y que cuentan con una boquilla blanda o dura por la que sale el agua.
También debes conocer los cubiertos de aprendizaje, los cuales son especiales para los más pequeños. Sobretodo son seguros, ya que están fabricados con materiales que no dañan sus encías, y tienen una forma que evita que se pinchen o que se puedan cortar. Tanto los tenedores como los cuchillos y las cucharas, deben tener un tamaño óptimo para que los más pequeños puedan manejarlos correctamente, teniendo en cuenta su pequeñas manos.
Otro elemento que puede ser de gran utilidad, son las fiambreras, ya que a veces no es posible dar de comer a nuestro bebé en casa, y lo mejor es que contemos con una fiambrera infantil. De este modo, podremos transportar con seguridad e higiene todos sus alimentos.
Una vez vistos los principales elementos que debemos tener para asegurar que nuestro bebé puede comer de modo seguro y satisfactorio, también tenemos que conocer qué características comunes deben poseer. En primer lugar, que no se rompan. El material con el que deben estar fabricados todos estos elementos debe ser resistente y a prueba de niños. También deberá ser un material no tóxico, ya que son elementos que el bebé se llevará a la boca, y por tanto deben ser materiales seguros, sin tintes, libres de BPA, ftalatos y de cualquier otra sustancia tóxica. Que tengan bordes creados especialmente para los niños, y por tanto, que sean redondeados. Por último que sean prácticos y sobretodo, fáciles de limpiar. Todos los elementos deben de queda completamente limpios para evitar contaminar las siguientes comidas.