Mordedores

La aparición de los primeros dientes de nuestro bebé es un acontecimiento muy importante ya que es en ese momento cuando el pequeño empieza a estar muy irritado, como consecuencia del dolor que experimentan durante esta primera etapa.

La boca es una zona del cuerpo que está llena de terminaciones nerviosas, y en el caso de los bebés la mejor manera de empezar a experimentar y de conocer el mundo, es llevarse todo lo que tengan a su alcance a la boca. De este modo podrán conocer si algo es blando o es duro, si es más bien áspero o suave, si está caliente o frío. Cualquiera de estas sensaciones son nuevas para él.

Para combatir estos momentos desagradables de dolor, existen diversas opciones que a lo largo de los años han ido evolucionando, pero sin duda el método más usado para ello es el uso de los mordedores. Para los bebés el hecho de morder y presionar algo contra sus encías, hace que la sensación de dolor se vea aliviada. Del mismo modo, en esta primera etapa deberemos prestar especial atención a que nuestro bebé se lleve a la boca productos peligrosos o que puedan ser tragados fácilmente.

¿En qué nos pueden ayudar los mordedores?

Como hemos comentado, la salida de los primeros dientes causa mucho dolor y malestar a nuestro bebé, haciendo que esté en esta etapa muy inquieto, molesto, que llore y que sienta cierta compulsión al morder o al frotar sus encías para conseguir aliviarse. Se trata sin duda de un momento complicado para los padres, ya que a menudo no saben o no consiguen dar alivio al bebé.

Los mordedores de bebé serán una ayuda práctica y eficaz, ya que cuentan con un formato ideal para que el bebé pueda morderlos para aliviar así el dolor. Los mordedores están disponibles en varias formas y formatos y nos ayudarán en el proceso de ruptura de las encías, para que los dientes puedan salir, aliviarán el malestar de las encías gracias a sus superficies de mordida rugosa y calmarán la inflamación de las encías mediante un gel refrigerante que incorporan algunos mordedores en su interior. En estos casos, el gel puede enfriarse en la nevera para luego morderse y aplicar frío en la zona. Del mismo modo, también servirán a modo de entretenimiento, ya que muchos mordedores poseen algún elemento que les llame la atención y se lo tomen como un juego.

Tipos de mordedores

En el mercado podemos encontrar diferentes tipos de mordedores, en función de las características de cada uno. En primer lugar encontramos los mordedores de caucho natural, que son los que están elaborados sin tóxicos. Acostumbran a ser suaves, blandos y flexibles, perfectos para estimular al mismo tiempo la vista de los bebés gracias a sus llamativos colores, y los podremos usar también como juguete a la hora de los baños.

Otro tipo de mordedor que encontramos son aquellos que contienen líquido en su interior, normalmente agua esterilizada, de modo que podrán ser refrigerados y proporcionarán un extra de alivio cuando el bebé se los lleve a la boca. Ese plus de alivio que ofrecen mediante el frio, actuará como calmante de sus encías. Estos mordedores suelen ser rígidos, y en muchos casos cuentan con rugosidades para imitar un efecto masaje.

Por último destacaremos los collares mordedores o collares de lactancia, que suelen estar fabricados con silicona alimentaria antibacteriana y segura para los bebés. Igual que en el caso anterior, este material se puede enfriar en la nevera para conseguir un extra de alivio para las encías del bebé. Además de hacer su función de mordedor, también puede ser un bonito complemento para las madres, y una de sus grandes ventajas, es que el niño puede morderlo mientras permanece en los brazos de la madre, sin el riesgo de que se le caiga al suelo.