Antirronquidos

Cuando hay ronquidos, lo que queremos es que paren, evitarlos. Para ellos primero debemos saber y conocer qué son los ronquidos, y porqué se producen. Pues bien, los ronquidos son ese sonido fuerte y ronco que hacemos cuando el aire que pasa por nuestra garganta, hace que los tejidos que la componen vibren cuando respiramos. Prácticamente todo el mundo ronca o ha roncado alguna vez, aunque las preocupaciones aparecen cuando pasa a ser un problema crónico. En algunos casos incluso, pueden ser indicativos de alguna enfermedad más importante, y no hace falta mencionar, que son una auténtica molestia para aquellas personas que duermen con nosotros.

Antes de buscar soluciones en productos o incluso cirugías para dejar de roncar, debemos conocer aquellos aspectos que podemos llevar a cabo, para intentar dejar de lado este problema, y que están al alcance de todos nosotros. Estos cambios en nuestro estilo de vida, pueden ser por ejemplo, bajar de peso. El hecho de bajar unos quilos nuestro peso, puede ayudarnos a respirar mejor, y a dejar de lado los molestos ronquidos. Otro aspecto que puede ayudarnos, es dejar de consumir alcohol antes de acostarnos, ya que es otro de los factores que aumentan esta dolencia. Del mismo modo, cambiar la posición a la hora de dormir, nos puede beneficiar, y podemos probar a dormir de costado. Como hemos dicho, hay opciones en forma de dispositivos médicos o cirugías, que pueden ayudar a ciertas personas a mejorar sus ronquidos, pero no todos estos métodos son adecuados y aconsejables para todas las personas que roncan.

Cuando hablamos de ronquidos, siempre pensamos en una afectación que padecen mayoritariamente los hombres, aunque hay muchas mujeres que también roncan, y suelen empezar a hacerlo a partir de los primeros síntomas de la menopausia. Volviendo a los hombres, el porcentaje va aumentando con el paso de los años, siendo superior al 50% de los mismos.

Los síntomas de los ronquidos que debemos conocer

Se puede roncar por muchas razones y motivos, siendo quizás la más grave, la apnea obstructiva del sueño, aunque no todas las personas padecen este trastorno del sueño. Vamos a exponer algunos síntomas de esta dolencia, que si están presentes en aquellas personas que roncan, quizás sí que se debería necesitar de una consulta al médico, para que evalúen el caso en cuestión. 

Los síntomas a los que deberíamos prestar especial atención son: si observamos que hay pausas en la respiración mientras se duerme; si durante el día sufrimos de excesiva somnolencia, cuando tenemos problemas para concentrarnos; si padecemos de dolores de cabeza, especialmente por la mañana; si tenemos dolor de garganta cuando nos despertamos; si tenemos sueños intranquilos; si notamos una sensación de ahogo durante la noche; si tenemos una presión arterial elevada; cuando tenemos dolor en el pecho durante las noches; si interrumpimos el sueño de nuestra pareja con ronquidos especialmente fuertes; y por último, hablando en el caso de los niños, cuando éstos muestren un periodo de concentración excesivamente reducido, así como problemas de comportamiento o bajo rendimiento escolar.

Siguiendo con la AOS (Apnea Obstructiva del Sueño), podemos detectarla porque se caracteriza por ronquidos fuertes, seguidos de periodos de descanso o silencio, momentos en los que la respiración del individuo en cuestión, prácticamente se detiene. En algunos casos, este tipo de pausa, provoca que la persona se despierte con un resoplido. Aquellas personas que padecen de esta dolencia, pueden sufrir periodos de disminución de la respiración, hasta cinco veces por hora.