Por tanto estamos ante un elemento complementario, que en ningún caso deberá ser usado como a un sustituto del cepillado dental. Incluso en los casos de las personas que padezcan de encías inflamadas, se aconseja el uso de hilo o seda dental, aunque es cierto que al tocar con la encía, ésta sangre pero solo sucederá esto hasta que la inflamación disminuya. Hay que tener en cuenta que el uso del hilo o seda dental es algo más complejo que el cepillado normal, y por tanto deberemos ir con un poco más de cuidado al principio, hasta que consigamos tener algo más de práctica y podamos poco a poco realizar esta tarea con mayor facilidad.
Una vez nos decidamos a usar hilo o seda dental, deberemos tener en cuenta que podemos encontrar varios tipos de este producto. Por ejemplo hay hilos o sedas dentales que contienen cera y otros que no. Las que contienen un recubrimiento de cera, lo que harán es que se deslizarán mejor entre nuestros dientes, y en los casos de espacios interproximales reducidos, puede ir realmente bien. También hay hilos o sedas dentales que contienen flúor, que serán especialmente recomendadas para aquellas personas que tengan un tipo de esmalte más fino. Del mismo modo hay opciones específicas para personas que lleven ortodoncia.
El hilo o seda dental, ¿antes o después del cepillado?
Quizás no es tu caso, y ni tan siquiera te habías planteado esta pregunta, pero es una duda muy frecuente en aquellas personas que empiezan a usar el hilo o la seda dental. El uso del hilo o de la seda dental debería ser siempre antes de nuestro cepillado habitual, ya que así estaremos haciendo que el flúor de nuestro dentífrico, y en el caso de usarlo, del colutorio lleguen a muchas más zonas y rincones que después del uso del hilo o de la seda dental estarán limpios.
Debemos recordar que lo mejora es usar el hilo o la seda dental al menos una vez al día, y como el cepillado de antes de irnos a dormir es el más importante, ese será el momento ideal para realizar una limpieza con nuestro hilo o seda dental.