Prótesis dentales

Mantener un correcto estado de salud bucodental es esencial para poder disfrutar de nuestro día a día, ya que a través de nuestra boca nos alimentamos, bebemos y en definitivo, le aportamos a nuestro organismo todo lo necesario para poder disfrutar de todos los momentos de nuestra vida. En algunos casos necesitamos de una ayuda extra para poder seguir manteniendo todas las funciones y todos los aspectos necesarios para poder tener una boca sana y funcional. En estos casos, será de gran importancia el uso de las prótesis dentales.

Las prótesis dentales son un elemento de carácter artificial, que se encarga de restaurar la anatomía de nuestras piezas dentarias, y por tanto, restaurar al mismo tiempo la relación entre nuestros diferentes maxilares devolviendo a nuestra boca toda o parte de su funcionalidad. Recuperar esta funcionalidad, es el objetivo principal y de mayor importancia de cualquier prótesis, ya que es un aspecto básico y fundamental para el correcto bienestar del individuo. Dicho esto, no es lo único que debe encargarse de recuperar una prótesis, ya que existen otras muchas funciones que deben recuperarse dentro de la boca, por ejemplo lograr una correcta y eficaz masticación, siempre sin interferir en la deglución, ya que ambas funciones son indispensables para una correcta alimentación. También se debe prestar especial atención a conseguir una correcta fonética, para asegurarnos de tener una comunicación eficaz sin que el hecho de llevar una prótesis interfiera en la misma.

Tanto las dentaduras de tipo removible como las de tipo fijo, necesitan de una serie de cuidados para mantenerlas en óptimas condiciones para evitar que nos provoquen daños o dolencias a nuestra boca. Lo primero que deberemos tener en cuenta es que después de comer, tendremos que quitarnos la prótesis y lavarla adecuadamente. Hay que enjuagarla con abundante agua para asegurarnos de eliminar eficazmente los posibles restos de comida que puedan haberse quedado. Hay que ir con cuidado a la hora de realizar este proceso de que no le demos golpes o de que no se nos caiga y se pueda romper. 

Debemos manipular siempre nuestra prótesis con cuidado, sin provocarle dobladuras ni daños. Del mismo modo, tendremos que limpiarnos la boca una vez hayamos removido la prótesis, usando un cepillo con cerdas suaves, tanto para nuestros dientes como para nuestras encías y nuestra lengua. Si usamos algún tipo de adhesivo para nuestra prótesis, deberemos retirar cualquier resto que podamos tener en nuestras encías.

Siguiendo con los cuidados para mantener en óptimo estado nuestra prótesis, deberemos cepillarla al menos una vez al día, remojándola y cepillándola siempre con un tipo de cepillo que tenga unas cerdas suaves, y con un limpiador que sea no abrasivo para nuestra prótesis. De este modo conseguiremos eliminar tanto los restos de los alimentos, como la placa dental. Durante la noche, lo más aconsejable es poner nuestra prótesis en remojo, ya que este modo conseguiremos que mantenga su forma, aunque lo mejor será preguntar a nuestro dentista, cual es la mejor manera de guardar correctamente nuestra prótesis. Antes de volver a colocárnosla en la boca, deberemos enjuagar bien la prótesis, sobretodo si estamos usando una solución para mantenerla en remojo. Deberemos realizarnos controles dentales periódicos, a fin de revisar nuestra dentadura y realizarnos una limpieza más a fondo y profesional, y además también podremos saber si la prótesis sigue en buen estado y está correctamente colocada. Igualmente, si notamos que la prótesis está floja o notamos que no está correctamente fijada, deberemos visitar a nuestro profesional de la salud de confianza, ya que una prótesis floja puede provocarnos dolencias como irritaciones, llagas e incluso infecciones.