Antiestrías

Durante los meses de embarazo se experimentan gran variedad de transformaciones, tanto a nivel psicológico como a nivel físico. Es sin lugar a dudas una etapa de muchos cambios hormonales que lógicamente acaban afectando a la piel, por tanto, la aparición de estrías, acné, manchas, hiperpigmentaciones y erupciones cutáneas pueden acabar siendo algunas de las preocupaciones que pueden inquietar a muchas mujeres que quieran cuidar su piel durante el embarazo.

Lo mejor es siempre la prevención

Si bien es cierto que existen diversas afecciones cutáneas que no dependen de nuestros hábitos y que se deben a otros factores de tipo genéticos u hormonales, sí que hay una cierta actitud preventiva que podemos adoptar para evitar ciertas acciones que pueden influir en la aparición de las estrías.

Lo primero que deberemos hacer es ser constante y regular en el cuidado de nuestra piel, ya que es en esta etapa cuando la piel del abdomen se estira al máximo y debido a los cambios hormonales la piel está menos elástica y resistente. Es importante aplicar los productos antiestrías de forma regular, tanto por la mañana como por la noche, y gracias al masaje estaremos activando la circulación cutánea y haremos que los productos antiestrías penetren mejor en la dermis.

La segunda consideración que deberemos tener en cuenta es controlar el aumento de peso, ya que a medida que pasen los meses el bebé irá creciendo y por tanto nosotros también aumentaremos de peso inevitablemente. No es malo, de hecho es normal y necesario pero deberemos procurar que nuestro aumento de peso sea progresivo, sin que haya cambios bruscos que hagan que nuestra piel se estríe.

También deberemos intentar seguir una dieta saludable y que sea rica tanto en vitaminas como en antioxidantes. Para llevar una dieta antiestrías deberemos asegurarnos de que ésta contiene alimentos ricos en vitamina A, como el brócoli, el mango, el melón etc, rica en vitamina E, como los cereales y los frutos secos, y ricas en vitamina C, como el kiwi, la fresa o la papaya. Del mismo modo deberemos asegurarnos de incluir en nuestra dieta ácidos grasos esenciales, como los que llevan las verduras o el pescado, magnesio que lo encontramos en las almendras o en el chocolate negro, y el silicio presente por ejemplo en las espinacas, en las judías verdes y en los cereales.

También deberemos beber mucha cantidad de agua, que será esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo y sobretodo para nuestra piel, que está formada en gran parte por agua. Al beber agua hidrataremos nuestra piel desde el interior mejorando su elasticidad y previniendo la aparición de estrías.

También deberemos ejercitar nuestro cuerpo de forma regular, siempre adaptando el deporte en cuestión a nuestro estado. Podremos optar por nadar, caminar o hacer pilates o yoga para embarazadas. Hacer este tipo de actividades nos ayudará a mejorar la circulación y a mantenernos en forma, hecho que hará que nuestra piel produzca más colágeno.

Otro factor importante es el descanso y el dormir correctamente. Dormir 7 u 8 horas diarias ayudará a nuestra piel, ya que mientras dormimos producimos la regulación del colágeno y será cuando las células de nuestra piel se regenerarán.

También deberemos evitar algunos hábitos, empezando por fumar, algo muy obvio durante el embarazo pero que sin embargo aún hay mujeres que lo hacen. Y esta práctica es nociva tanto para el feto como para la madre, ya que fumar disminuye la producción de colágeno y de elastina. También deberemos evitar la exposición al sol, ya que nos provocará sequedad, algo ideal para la aparición de estrías.

Otro aspecto a tener en cuenta es usar los productos antiestrías adecuados para prevenirlas y tratarlas. Deberemos usar productos especialmente indicados para evitar que aparezcan las estrías durante el embarazo y para mejorar el aspecto de aquellas que ya han salido. Por último, y ya después del parto, deberemos seguir igual, ya que todos estos consejos para combatir las estrías son igualmente válidos para realizar durante unos cuantos meses después de que hayamos dado a luz.