Por tanto jugar con peluches ayudará a los niños a expresar sus emociones y sus sentimientos más fácilmente. Esto es así porque los peluches ayudan a los niños a dar el primer paso hacia lo que en un futuro tendrá que ser su independencia. Tenemos que tener en cuenta que para un niño, el mundo puede parecer exageradamente grande, puede incluso darles miedo y en ocasiones sobrepasarles. Esto puede suceder sobretodo en aquellos momentos en los que no tengan la protección de sus padres o de los cuidadores, por tanto el hecho de tener un amigo de peluche, hará que los niños puedan sentir que tienen alguien que les protege y que está siempre con ellos, lo que les aportará confianza para poder seguir explorando el inmenso mundo por sí solos.
También debemos tener en cuenta que los peluches ayudarán a los niños a aceptar y sobretodo a comprender aquellas emociones más complejas. Esto es así porque los niños pueden aprender a controlar sus emociones mediante una especie de juego de roles con sus peluches, con el que permitir abrir nuevas vías de comunicación para poder así expresar sus sentimientos mediante un juego y en un entorno controlado. De este modo podrán expresar las emociones que les sean difíciles de comprender con su peluches, que les ayudarán a afrontar algunas situaciones de modo que para ellos tengan sentido.
Otro aspecto a tener en cuenta acerca de los peluches, es que éstos ayudarán a los niños a perfeccionar tanto el habla como el lenguaje, ya que los niños suelen hablar en voz alta con sus peluches, y por tanto, estarán escuchando al mismo tiempo su propia voz. Esto hará que descubran por sí mismos cuál es la mejor manera de decir lo que quieren expresar y cual es la mejor pronunciación. Debemos saber que cuanto más hable un niño, con sus peluches o con quién sea, más practicará sus habilidades comunicativas.