También tenemos otras opciones que contienen en su formulación algún componente antifúngico, eficaz cuando existan este tipo de complicaciones que suelen ser frecuentes. Del mismo modo, encontramos productos que cuentan en su composición con antiinflamatorios para disminuir la irritación del culito del bebé, en aquellos casos más graves. Sí que es importante que todos estos productos cuenten con ciertos componentes calmantes y suavizantes como el dexpantenol, el cual nos ayudará a recuperar la función de barrera natural de la piel del bebé.
Consejos para el cuidado del culito del bebé
Uno de los principales consejos para tener un correcto cuidado del culito de nuestro bebé es hacer cambios de pañal frecuentes. De este modo estaremos evitando un contacto prolongado tanto con la orina como con las heces. También deberemos intentar usar un tipo de pañales que sean extra-absorbentes, ya que conseguiremos evitar tanto la frecuencia como la severidad de las irritaciones en la zona del culito del bebé.
Deberemos tener una limpieza rigurosa de la zona del culito del bebé, para conseguir que permanezca siempre limpia y seca. Para ello, en cada uno de los cambios de pañal podremos ayudarnos de toallitas húmedas. En los casos en los que la zona del culito del bebé presente irritación, deberemos evitar en la medida de los posible el uso del pañal, al menos durante ciertas horas al día. Así estaremos aireando y secando la zona irritada, facilitando su curación.
Otro consejo es aplicar crema de barrera, una de las formas más eficaces para prevenir irritaciones en el culito del bebé. Con este tipo de productos estaremos aislando la piel del contacto directo con el pañal y con la humedad. Dicho esto, deberemos evitar los polvos de talco, que aunque tradicionalmente se han usado como un producto imprescindible, hoy en día se ha desaconsejado su uso ya que si existen irritaciones con heridas, los polvos de talco pueden empeorar la situación.
Si existe una complicación de la irritación, y ésta dura demasiados días, lo mejor será acudir a nuestro pediatra para que valore la situación y nos indique algún tipo de tratamiento más adecuado.