La sensación de picor aparece en el cuerpo de forma molesta y creando una disconformidad que se puede asociar al dolor. Algunas investigaciones recientes han concluido que los picores, se asocian a un proceso neurológico.
El picor comienza por una alteración externa, es la respuesta de la piel a algo que la irrita o produce alergia. Así, esta señal llega al cerebro, generando el escozor. Frente esta sensación de picor, el efecto de rascar crea inflamación y un cierto dolor, que engaña al sistema nervioso y lo calma.
"Al rascar, no solo erosionamos la piel, sino que alimentamos el mensaje de malestar y picor que percibe nuestro cerebro".
Es interesante saber que la piel y el sistema nervioso se forman a partir de la misma capa embrionaria, el ectodermo. Por eso, se crea una relación muy estrecha entre estos dos órganos.
Cuándo debes consultar a un médico
Consulta a un médico o a un especialista, si el picor tiene las siguientes características:
- Dura más de dos semanas y no mejora con las medidas de autocuidado.
- Es intensa y te distrae de tus rutinas diarias o no te deja dormir.
- Afecta todo el cuerpo.
- Está acompañada de otros síntomas, como pérdida de peso, fiebre o sudores nocturnos.
Si la afección continua durante tres meses a pesar de seguir un tratamiento, consulta a un dermatólogo para que te realice pruebas en busca de una enfermedad de la piel. Puedes consultar también a un médico de medicina general, para ver si existen otras afecciones que produzcan el picor.
Posibles causas
- Enfermedades de la piel: Piel seca, eczema (dermatitis), psoriasis, sarna, parásitos, quemaduras, cicatrices, picaduras de insectos y urticaria.
- Enfermedades internas: Una enfermedad hepática o renal, anemia, diabetes, problemas de tiroides y ciertos tipos de cáncer.
- Trastornos del sistema nervioso: Esclerosis múltiple, nervios pinzados y culebrilla (herpes zóster).
- Enfermedades psiquiátricas: Ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo y depresión.
- Irritación y reacciones alérgicas: Sustancias químicas, las lana, jabones y otras cosas pueden irritar la piel y causar sarpullido y picor. A veces, algunas sustancias, como la hiedra venenosa o los productos cosméticos, pueden causar una reacción alérgica. También, las reacciones a algunos medicamentos.
Puedes probar de cuidar tu entorno para aliviar este picor de forma natural, te damos algunos puntos que podrías tratar:
- Intenta no rascarte ni frotar las zonas afectadas.
- Mantén las uñas cortas para no dañarte la piel al rascarte.
- Prueba de utilizar ropa de cama fresca y suave.
- Evita usar prendas de vestir ásperas, como la lana, sobre el área afectada.
- Prueba un baño de avena o un baño de maicena para aliviar la piel.
- Aplica una loción relajante después de bañarte para suavizar y refrescar la piel.
- Utiliza una crema hidratante sobre la piel, sobre todo en los meses secos de invierno ya que la piel seca es una causa común de los picores.
- Si sientes mucho picor prueba de aplicar una toalla fría en el área afectada.
- Evita exposiciones prolongadas al calor o la humedad.
- Prueba de realizar actividades físicas que te distraigan del picor durante el día y que te agoten para poder dormir mejor por la noche.
- Tomar antihistamínicos orales, como la difenhidramina, ten en cuenta la posibilidad de tener efectos secundarios, como la somnolencia.
- Prueba una crema de hidrocortisona y aplicarla donde presentes picazón.
Una de las cosas más importantes para aliviar o evitar las picores es mantener una piel hidratada y evitar una piel seca, para ello, os aconsejamos utilizar una crema hidratante o en el caso de tener la piel muy seca, un bálsamos reparador.
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