¿Cómo preparar nuestro cuerpo para el verano?

Seguramente con la llegada de junio ya te ha resonado por la cabeza la clásica “operación bikini” y estés haciendo esfuerzos con el tándem “dieta y ejercicio” antes de que llegue el momento de ponerse un bañador, pero preparar nuestro cuerpo para el verano es mucho más que eso. Con algunos pequeños cambios, o adaptaciones de nuestras rutinas, podemos vernos y sentirnos mucho mejor con nosotros mismos para poder disfrutar al máximo esta época del año tan deseada. 

En primer lugar nuestra obligación es recomendarte que cuides de tu cuerpo durante todo el año pero llegados a este punto vamos a ver qué decisiones podemos tomar para preparar nuestro cuerpo para el verano.

EMPEZAMOS

EJERCICIO Y DIETA

No te obsesiones. Nada de dietas extremas ni ejercicio desmesurado, nunca es una buena idea llevar nuestro cuerpo al límite, esto podría desencadenar en un efecto rebote o en problemas de salud más graves. La clave es un cambio progresivo, recuperar la forma física y acostumbrarse a comer sano. Tiene que ser una decisión consciente en la que cuerpo y mente estén preparados para el esfuerzo que puede suponer, la fuerza de voluntad será tu mayor aliado.

Busca una actividad física que te guste y te motive para practicarla entre 30-40 minutos al día, durante al menos 3 días a la semana. Si un día tu cuerpo te permite alargar esos minutos adelante pero si te pide reducirlos también está bien, siempre y cuando nos estemos esforzando y no nos rindamos al primer síntoma de cansancio, si queremos ver resultados tiene que haber un compromiso firme.

En cuanto a la dieta, nuestra primera recomendación siempre será visitar a un especialista que te puede hacer un seguimiento nutricional específico para tu cuerpo y tus objetivos. De todos modos, estas son algunas de las premisas más básicas para una dieta sana:

• Intentar comer 5 veces al día, más o menos siempre a la misma hora. Una rutina horaria permitirá a nuestro cuerpo habituarse y evitar la sensación de vacío.

• Tus comidas no deben ser copiosas y no pueden faltar las frutas, las verduras y todo tipo de proteínas magras (ave de corral, pescado, carne roja…).

• Cocinar tú mismo te permitirá asegurarte de que vas a comer ingredientes frescos, sin aditivos, sal ni azúcares añadidos.

• Beber gran cantidad de agua te ayudará en la tarea de eliminar toxinas y residuos del metabolismo. La recomendación es al menos de 2 litros diarios.

Si además queremos darle un apoyo extra a nuestro cuerpo para alcanzar nuestros objetivos, existen una gran variedad de productos que nos ayudarán a depurar nuestro cuerpo, sentirnos mejor y puede que también, siguiendo los pasos adecuados, a perder algunos kilos.

CUIDAR TU CABELLO

¿Habías pensado en preparar tu cabello para el verano? Lo más seguro es que sea que no, aún sabiendo que para cuando nos despidamos del verano nuestro cabello puede terminar muy castigado. La exposición al sol, el mar, el cloro de las piscinas, junto con otros factores, puede dejarnos una melena estropeada y sin brillo. Por ese motivo vamos a recordar algunos cuidados que nos ayudarán a mantener el cabello totalmente sano.

En primer lugar, para seguir teniendo una melena sana después del verano, necesitaremos empezar también con un cabello sano, por eso se recomienda una visita a la peluquería para acabar con las puntas abiertas y debilitadas. Parece un gesto simple pero ayudará a que el cabello se fortalezca y sea más resistente.

Gran parte de la salud de nuestro cabello procede del estado de nuestro cuero cabelludo que aporta oxígeno y nutrientes para que el cabello crezca. Existen factores como el sudor, los ingredientes de algunos productos capilares o los metales presentes en la contaminación, que pueden quedar depositados en nuestro cuero cabelludo y que esto impida su funcionamiento óptimo. Por ese motivo, es aconsejable realizar un peeling que lo libere de todo tipo de residuos y partículas.

Evita los electrodomésticos de calor para el cabello, planchas, secadores y cualquier tipo de tenazas. Lo ideal después de mojar nuestro cabello será retirar el exceso de humedad con una toalla de microfibra y dejar secar al aire. Si no puedes prescindir de aplicarle calor utiliza siempre antes un buen protector térmico.

Y para terminar, nuestro imprescindible, el protector solar para cabello, porque siempre es mejor prevenir que curar. Aunque no se hable tanto de su importancia, los rayos UV también pueden llegar a afectar a la capa interna y externa del folículo piloso y de este modo perjudicar gravemente a nuestro cabello volviéndolo quebradizo y frágil.

 CUIDAR TUS PIES

Durante todo el invierno nuestros pies se encuentran protegidos casi todo el tiempo por calcetines y zapatos pero llega el verano y los exponemos al aire libre y a un montón de factores más poco comunes para nuestra piel y uñas.

Algo parecido a la reacción del pelo tras el verano pasa con las uñas, tanto de manos como de pies. Después de la exposición pueden volverse quebradizas y romperse con más facilidad así que para prevenirlo recomendamos cosas tan sencillas como:

Limarlas en lugar de cortarlas, de este modo evitaremos que se debiliten, e hidratarlas con un producto adecuado.

Para preparar nuestros pies para el verano el primer paso será un largo baño de agua con jabón para, a parte de eliminar todas las bacterias, reblandecer tanto las durezas como las uñas. A continuación utilizaremos una lima para las durezas previamente reblandecidas y nos aplicaremos nuestro extra de hidratación con la ayuda de un masaje unos minutos antes de acostarnos para que la hidratación sea más profunda.

 CUIDAR TU PIEL

Después de tantos meses tapando todos los centímetros de nuestra piel para refugiarnos del frío estamos deseosos de descubrirla y exponernos al sol. Antes de hacerlo, tenemos que recordar la importancia de proteger nuestra piel con antelación para prevenir manchas, quemaduras o síntomas de envejecimiento prematuros, entre otros problemas que puedan surgir más importantes.

En primer lugar recomendamos exfoliar nuestra piel y así eliminar impurezas y células muertas y que estas no se conviertan en un estorbo para conseguir una piel nueva y brillante y que, en el caso de broncearnos, consigamos un tono uniforme.

Aunque la hidratación ya forme parte de tu rutina de belleza, podemos pasar a utilizar productos más hidratantes o aumentar la periodicidad de uso. También puedes hidratarla fuera de tu rutina, cuando sientas que tu piel se reseca, de este modo siempre va a estar hidratada.

Finalmente, y sin ninguna duda, el gran protagonista del verano en el sector de la dermocosmética es el protector solar pero hay que hacer un nombramiento especial a la NUTRICOSMÉTICA SOLAR. Los complementos alimenticios concebidos para proteger nuestra piel de los efectos nocivos del sol desde nuestro interior. La fotoprotección oral es capaz de captar y neutralizar las radiaciones perjudiciales, reduciendo y previniendo el daño solar y se recomienda tomar con antelación a la exposición.

Existen incontables posibilidades de fotoprotector solar para proteger nuestra piel pero será muy importante escoger la que mejor se adapte a nuestras necesidades y tipo de piel.

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